martes, 30 de junio de 2009

MIS LECTURAS

Uno de mis hobbies o pasatiempo favorito es la lectura. Cuando era pequeña mis hermanos me decían "ratón de biblioteca" porque me gustaba leer. En mi infancia aun no había llegado a Bolivia la televisión, por eso los chicos jugábamos en calles, parques o nuestros patios y muchos leìamos los últimos libros para luego recrearlos en los juegos o comentarlos en nuestros grupos. A mi me apasionaba Emilio Salgari con sus novelas sobre piratas, especialmente "Sandokán", también Julio Verne cuyas obras me encantaban, Louise May Alcott, Juana Spiri, etc. y de más jovencita me atraían mucho los de ciencia ficción, siendo mi favorito Ray Bradbury. Cuando me sacaba buenas notas en el colegio, mi padre ya sabía que mi premio era un libro, entonces me regalaba el último que salía a la venta en las librerías. A mis 18 años, me puse a trabajar y la mayor parte de mi sueldo era para comprarme libros y discos (otro de mis pasatiempos). Aún conservo gran cantidad de los mismos, un poco ajados de tanto uso, pero completos. Con la lectura aprendí a escribir y expresarme correctamente, además que mi imaginación no tenía límites. Creo que fue una bella época, ya que al abtraerme en la lectura me encontraba en los lugares mágicos que el libro describía; viajaba por mundos reales y fantasiosos con solo mi imaginación.
También me gustaba mucho leer unas revistas (o comics como llaman ahora) tituladas: "Hombres ilustres", "Vidas ejemplares", "Mujeres célebres", a través de las cuales aunque en forma resumida, conocí y admiré a muchos personajes que hicieron historia en el mundo. Igualmente leía "Supermán", "Mujer maravilla" y especialmente "Aquaman" que ejercía un magnetismo en mí. No siempre podía adquirir muchos libros, por eso me la pasaba todo el tiempo que podía, en la biblioteca de mi colegio de entonces, "The American Institute" que tenía una gran colección de libros muy interesantes. Una anécdota: cuando llegábamos tarde al Colegio, el castigo era pasar en la biblioteca durante el primer período. Castigo? para mí era lo contrario. Claro que no siempre llegaba tarde.

La lectura fue, en cierta medida, mi gran evasión. Actualmente ya no leo tanto no solo por todo el adelanto tecnológico que hay (televisión, internet) sino porque los precios de los libros son altos, creando a ratos el dilema de leer o comer. Que pena, no?

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