miércoles, 24 de junio de 2009

MENTIRAS

Mentir es disfrazar una realidad o una verdad. Existe toda clase de mentiras, las que llamamos blancas, las piadosas, las maliciosas, las viles etc. etc.
Todos hemos mentido alguna vez, mentiras inocentes, especialmente cuando fuimos niños, adlolescentes, para ayudar a alguien o evitarle una pena, pero fueron pasajeras. Sin embargo existen series de mentiras que para muchos son una constante diaria en su vivir, las cuales nos bombardean en todo tiempo y lugar.
Así vemos que mienten los hijos, los padres, el gobierno, las autoridades, los comerciantes, los empleados públicos.
Los hijos cuando quieren evitar que sus padres se enteren de alguna travesura o acto realizado. Los padres para ocultar algún hecho vergonzoso de su vida o para evitar algún daño a los hijos. Hay gobiernos que mienten para obtener el poder, para conservarlo y conseguir la simpatía de propios y extraños. Las autoridades, constantemente están mintiendo para conseguir manteniéndose en sus puestos. Los comerciantes si al principio son honestos, el poder del dinero los marea y se vuelven inescrupulosos, manipulando los productos y los precios a su "regalado" gusto. Los empleados públicos, en su mayoría, viven mintiendo, especialmente cuando de trámites se trata, sin consideración alguna hacia las personas, sin pensar que algún día ellos también estarán del otro lado del "mostrador", sufriendo con las mentiras del vuélvase mañana, o su "asunto estará listo la semana que viene".
Vivimos de, por y en la mentira. Miente el ladrón, miente el justo, miente el piadoso y miente el criminal. Medimos las mentiras como pequeñas, grandes y medianas, pero no medimos las consecuencias de éstas, así sean las "blancas" o las "viles", ya que como una bola de nieve, van creciendo hasta que llega un momento en que es imposible detenerlas o echarse atrás y por si fuera poco quedamos dañados los que nos encontramos en su camino.

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