viernes, 19 de marzo de 2010

LA TORTURA (CUENTO)

¿Por qué salí tan tarde? No estaría soportando tanto dolor. Siento una estaca que se va introduciendo poco a poco en mi costado derecho, como queriendo horadar entre mis costillas. Intento evitarlo, pero al tratar de moverme hacia la izquierda, una mano sinuosa cual serpiente se desliza rozando mi muslo, entonces debo quedarme quieta, tratando de no respirar muy profundo. Quiero desviar mi atención, pero la música que suena con un volumen alto, penetra a través de mis oídos, me atormenta y me desespera de rato en rato. Debo abstraerme del dolor y la música. Miro deslizarse ante mis ojos árboles, veredas y personas en forma casi vertiginosa, sin un final aparente. Tengo ganas de gritar, escapar, pero cuando me muevo la estaca se introduce más y más. Siento que voy a llegar al límite, ya no podré soportar más, pero sigo . De pronto, con gran alegría diviso el final de mi destino. Dificultosamente meto la mano en mi cartera, saco un billete y digo: “Cóbrese chofer, bajo en la siguiente esquina “ La movilidad se detiene, sale el pasajero de mi derecha para darme paso, entonces me deslizo hacia fuera, aliso mi ropa y respirando profundamente para aliviar el dolor que me provocó su codo, emprendo mi camino prometiendo para mis adentros que nunca más volveré a subirme como “quinto pasajero” y mucho menos junto al chofer.
FIN

1 comentario:

  1. Muy bueno :D me acuerdo que lo escribiste hace años.
    pon más
    xoxoxox

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